miércoles, 20 de marzo de 2013

Sí, pero no. un Frente Amplio con IU-PCE es una especie de espejismo político que no va a llegar a ninguna parte

Me parecen muy loables los intentos que se hacen por favorecer una coalición de la Izquierda Plural Alternativa y de los movimientos ciudadanos de ruptura con IU-PCE, igual que me parecen muy loables los intentos por conformar un Frente Amplio con IU-PCE; pero pienso que nos estamos moviendo en una especie de espejismo político que no va a llegar a ninguna parte.

Algunas fuerzas políticas ya se han dado cuenta que IU-PCE es una cultura política muy peculiar que no está llamada a jugar ningún papel relevante en el nuevo reinicio de la democracia que la ciudadanía está demandando a gritos. En la actualidad conservan su espacio político, igual que el PSOE, por que la mayoría de los activistas políticos de la izquierda están a verlas venir y andan bastantes desorientados sin saber qué hacer.

IU-PCE no ha servido más que como balón de oxígeno permanente de un PSOE socioliberal. Pero ahora ya no estamos por esto. La ciudadanía demanda otras cosas. Ya no estamos solo contra "la derecha", sino contra un sistema político, social y económico injusto que las partitocracias del siglo XX han ayudado a conservar y fortalecer. Partitocracias del siglo XX entre las que, como ciudadanos, incluimos a IU-PCE.

Esto hay que reiniciarlo y hay que hacerlo con convencimiento. No intentando hacer un popurrí de temas antiguos para captar aún una parte del pastel electoral, la parte del pastel de los que viven en la añoranza de los tiempos pasados o en la autorepresentación.

Como digo el Frente Amplio es una especie de espejismo político que sufren los que aún están en travesía por el desierto. Pero es eso, un espejismo, pues la cultura política hegemónica de IU-PCE no entiende los nuevos tiempos ni las nuevas formas de relacionarse. Su paradigma es viejo y obsoleto. Siguen ubicados en las prácticas torticeras de la suspicacia, del recelo, del control, del tapujo, de la intriga política y del maniobrerismo tacticista.

Además, IU-PCE es una organización sin verdadera vocación de gobierno; el perfil político medio de sus dirigentes evidencia una vocación de oposición permanente, cuando no de entrega incondicional. No encuentran el punto medio. Su personalidad política es muy floja, cuando no inexistente. Lo mismo se radicalizan irracionalmente en la oposición más antagónica que pactan y consienten tranquilamente políticas de recortes con el PSOE (Andalucía) que con el PP (Extremadura).

Hay que empezar a entender que las viejas herramientas políticas del siglo XX ya no nos valen. Hay que ponerse a otra cosa. Europa nos está dando claros ejemplos de ello. Estos son tiempos en que la ciudadanía ha de jugar un papel más activo y permanente. Las cosas cambian y cambian deprisa, incluso en Italia la ciudadanía está redefiniendo al Movimiento 5 Estrellas; haciendo entender que no es Beppe Grillo el que ha de marcar la estrategia, sino la propia ciudadanía siendo consultada; si contamos con herramientas tecnológicas que lo posibilitan hemos de hacerlo posible.

Como decía el genio renacentista Leonardo da Vinci “No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época”. O lo que es lo mismo, expresado esta vez con una frase de Albert Einstein: "Si queremos resultados diferentes, no sigamos haciendo lo mismo".

Como siempre digo estas son mis ideas que dejo a vuestro mejor criterio.

Recibid un abrazo.

Atentamente,
Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social

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