miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cómo conseguir la unidad de la diversidad de las izquierdas alternativas

Al objeto de ser eficaces frente a las agresiones de los mercados de capital financiero-especulativo se hace necesario que quienes creemos en la diversidad y en su unidad (lógica de la oposición complementaria) crezcamos en número y en fuerza, a fin de ordenar este proceso, pues visto lo visto somos nosotros los llamados a "liderarlo" y llevarlo a efecto.

Para conseguir la unidad hace falta, además de desear este objetivo integrativo e incluyente, ser fuerza hegemónica en su propio territorio; en el ámbito -obviamente- que se pretende cohesionar y unir.

Este debe de ser nuestro objetivo ahora, trabajar por ser fuerza hegemónica, en nuestro ámbito, aquellos que nos sentimos identificados con este propósito; y hacerlo a través de nuestras propias herramientas políticas.

Para ello hemos de hacer crecer, en extensión y expansión, nuestra propia organización marcando, de forma temporalizada, logros a conseguir.

La experiencia adquirida hasta ahora nos ha de servir para saber cómo no debemos de hacer las cosas, las unidades no se consiguen desde una posición de debilidad. O transformamos nuestra propia organización en una entidad con suficiente presencia institucional y política o cohesionar lo disperso será imposible.

En Extremadura, por ejemplo, esos logros a conseguir por nuestra propuesta convergente deberían ser, tras el trabajo previo que ello conlleva, alcanzar representación en las próximas elecciones autonómicas y municipales tanto en la Asamblea de Extremadura (2 o 3 diputados/as) como, al menos, en 50 ayuntamientos de la región.

Como bien dice mi compañero y amigo Paco, para este objetivo necesitamos "soldados u obreros (para los pacifistas)". Yo también me pongo a disposición de mis amigos/as y compañeros/as para alcanzar este fin: Unidad desde la hegemonía. Pues si no tenemos hegemonía (la experiencia así nos lo indica), no conseguiremos fraguar una sólida unidad.

Cada vez que planteo la propuesta relativa a la "Unidad de la diversidad de las izquierdas alternativas" se me pregunta ¿Cómo conseguirla?

Y, en este sentido, estas elecciones del 20N también nos resuelven esta duda en el sentido que propongo. Como se puede ver por los resultados cosechados, en aquellas Comunidades Autónomas dónde las fuerzas que llaman a la unidad, son además hegemónicas en el ámbito de la ciudadanía alternativa, se consiguen muy buenos resultados.

Salvando las distancias y las diferencias ideológicas, podemos ver del nuevo mapa electoral surgido tras el 20N, lo siguiente:

Amaiur gana las elecciones en el País Vasco, Amaiur está conformada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba, Aralar e independientes de izquierda. Lo mismo ocurre en Cataluña con ICV y EUiA, o en Aragón con CHa e IU. También consigue estar en el congreso, por la CC.AA. de Valencia, la Coalición Compromís-Q y en Canarias NC en coalición con CC y PNC.

Excepto Amaiur, el resto de fuerzas ciudadanas alternativas que suben en estas elecciones están integradas en Espacio Plural.

martes, 8 de noviembre de 2011

Fases de ineludible necesidad y representantes de las nuevas fuerzas de producción

Le digo a mi amigo Enrique que cada momento histórico demanda un tipo determinado de fuerzas productivas, de relaciones de  producción y de superestructuras, es por ello que se entiende que el capitalismo no es fruto de ninguna injusticia humana, ni  de un azar histórico, sino que es una fase impuesta como ineludible necesidad por el proceso histórico de la sociedad que  transcurre determinado por las exigencias del incesante e imparable desarrollo de las capacidades creadoras de las fuerzas  productivas.

Desde este paradigma lo mismo fue el estalinismo y el franquismo, una fase impuesta como ineludible necesidad por el  desarrollo histórico de la sociedad. Nada más que esto. Por eso acontecieron estos regímenes, y cuando dejaron de cumplir su  función fueron superados. Lo mismo que Gadafi. Otros, con una gran habilidad, son capaces de adaptarse a los tiempos y seguir  cumpliendo su función; como por ejemplo Daniel Ortega en Nicaragua.

Pero como las personas no merecen ni alabanzas ni críticas por lo que hacen -Es el entorno es el que controla la conducta, de  modo que el bien y el mal, si es que existen, residen en él, no en la persona-, por tanto no se hace necesario destacar  ningún tipo de contribución o mérito de nadie.

En este sentido digo que hay modelos a los que se les ha pasado el arroz. Yo no voy a andar perdiendo mi tiempo en defender  un pasado que el desarrollo histórico ya ha sepultado (por ejemplo el de la URSS o el de los países que conformaron el Pacto  de Varsovia). Otra cosa es analizarlo críticamente para conocer sus errores, al objeto de no volver a cometerlos; errores que  fueron muchos, así como sus aciertos (los cuales no hay que citar en exceso, pues nos cegarían impidiéndonos ver otras  realidades; dada esta evidencia consecuencia de lo vanidoso que suele ser el ser humano). Lo mismo que hago con la Comuna de  París o con cualquier acontecimiento histórico. Esto es lo que intento explicar en mis escritos.

El problema es que estos regímenes, los "soviéticos", al aferrarse a unas ideas determinadas las han desprestigiado. Tanto ha  desprestigiado la socialdemocracia -capituladora al neoliberalismo- el término socialista, como la burocracia "soviética"  -practicadora del Capitalismo de Estado- ha desprestigiado el término comunista.

Por tanto poco instrumento útil será el que se aferre a estos muertos (denominaciones), ahora habrá que envolver las ideas emancipatorias con otros ropajes y lenguajes más dignos y librarlas de tergiversaciones al objeto de que se entiendan.

Esto no quiere decir que China haya de volver al pasado ¿Dónde digo yo esto?

Tus palabras fueron estas amigo Enrique: "¿O es que lo que quiere Caso es que China, por ejemplo, vuelva a ser la de hace 50  años: La China de los chinitos a los cuales las monjitas le enviaban los reales que recolectaba el Domund. [...] ¿O será, tal  vez , que la Iglesia Occidental Democrática no encuentra suficiente campo en África para extender la Libertad que predica?"

China ha de avanzar hacia el futuro o quedará anclada al presente como Rusia, padeciendo de nuevo una realidad que tendrá que  superar por no haber sabido hacerlo en el pasado. Pasando también por lo de las monjitas que le enviaban los reales que  recolectaba el Domund, monjitas que extienden "su libertad" como en Rusia acontece en el presente.

Espero que se entienda lo que trato de decir y que, en resumen, es lo siguiente:

Dado que las relaciones capitalistas de producción traban el desarrollo de las fuerzas productivas, nosotros hemos de  "liquidar este modo de producción como representantes que somos de las nuevas fuerzas de producción y de intercambio cuyo  desarrollo está limitado por las relaciones sociales existentes".

Si no somos capaces de liquidar este modo de producción, es obvio que no somos representantes de las nuevas fuerzas de  producción y de intercambio; sino de las antiguas relaciones sociales y de producción.

Democracia, sin contrapoder, no es democracia; es poliarquía

En respuesta al artículo de reflexión de nuestro compañero y amigo Herminio -Cartas desde mi celda (V)- voy a hacer referencia, en primera instancia, a las desacertadas analogías que presenta.
Entiendo que no es posible comparar a Marx con Stalin, igual que no se puede comparar a Jesús de Nazaret con Tomás de Torquemada. Son antagónicos. Uno es contrario al otro. Son incluso antitéticos.Torquemada es la cara opuesta al de Nazaret, al igual que Stalin era todo lo que Marx rechazaba y repudiaba. Por eso Marx quedó escrito (pues en vida del propio Marx también existían ya muchos tergiversadores -tanto oportunizantes como dogmatizantes- de sus pensamientos) aquello de "si esto es el Marxismo, todo lo que sé es que yo no soy Marxista".
Hay un proceso histórico, propio del materialismo dialéctico, que indica que todo sigue su evolución ("Aunque la verdad esté en minoría, sigue siendo la verdad" que diría Mahatma Gandhi). Hemos visto a lo largo de la historia como de la aristocracia, se pasó a la plutocracia, de esta a la partitocrácia (partitocracia al servicio del partido único o al servicio de la plutocracia), de esta pasaremos a la poliarquía y de allí a la democracia.
Pero antes o después (estoy convencido de ello), con más o con menos resistencias, con más o con menos sacrificios, alcanzaremos nuestros objetivos y seremos dueños de nuestro propio destino; nuestra emancipación será obra de nosotros mismos, pues de no ser así no será.
Amigo Herminio, una democracia no es una dictadura, ni siquiera una dictadura de la mayoría es una democracia; pues en una democracia el contrapoder es tan poderoso como el poder. Ahí está la diferencia.
Quizás por ello las gentes del 15-M llevaran ese lema que dice:   “No somos ni de izquierdas ni de derechas, somos los de abajo y vamos a por los de arriba.”

La cuestión es siempre la misma y se resuelve preguntándose ¿Qué tipo de relaciones sociales y de producción queremos? ¿Hemos de renunciar a la libertad? ¿No es consecuencia, también, del modelo "soviético" este auge del capitalismo? ¿No fue causante, también, el modelo "soviético" (y su cultura extendida de uno a otro confín) de conformar un tipo de personas incapaz para pensar por sí mismos y de reaccionar a tiempo?

Amigo Herminio, el mundo está en el cubo de basura de la historia por haber renunciado a lo fundamental a cambio de lo accesorio. Pero las condiciones materiales de existencia pondrán las cosas en su sitio como en la actualidad estamos observando, pues cada vez que se baja la guardia recibes un mamporro en todos los "piños".

Por otra parte, las palabras, los conceptos, son interpretados por cada clase social en función de sus intereses; pues las palabras, los conceptos, son herramientas y dependiendo en qué manos estén así sirven para una cosa como para la contraria. Don Carlos solía decir: "Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos."

La humanidad se ha librado de los modelos de dominación y sometimiento cuyas formas han sido más burdas (dictaduras sean estas del signo que sean), en esta etapa estamos tratando de librarnos de modelos de dominación cuyas formas son, en apariencia, menos notorias aunque igual de aversivas.

E incluso pueden ser más aversivas, pues como decía recientemente: Tengamos en cuenta que no es lo mismo una democracia que un gobierno de la mayoría. Los gobiernos de la mayoría, y ejemplos a lo largo de la historia existen muchos, terminan trasformados en "la dictadura de la mayoría", que puede ser peor que una dictadura abierta, porque se presenta con la careta de la democracia. Pero arrasa los derechos de la minoría, y puede terminar usando la fuerza, el ostracismo o la exclusión, para lograr sus propósitos. De lo que se trata es de buscar el consenso, no imponer el criterio de una parte. Además, toda fracción que se hace vasta termina convirtiéndose en facción (camarilla) y lo vasto (extenso) transformándose en basto (burdo e inapropiado).