lunes, 8 de julio de 2013

Poliarquía versus democracia

El artículo escrito por Enrique López Sánchez en su blog es una buena aportación a este necesario debate sobre primarias y participación ciudadana (http://goo.gl/kbQo5). Las primarias son un instrumento más que se suma a este avance de la democracia, hacen falta otros, pero las primarias se hacen necesarias en este tránsito de la poliarquía a la democracia en el que estamos y que este siglo XXI demanda, con urgencia, concluir con éxito.

Desde que a mediados del siglo XIX surgieran los partidos políticos, con una organización y función específica, el camino de la democracia ha ido avanzando paso a paso. En ese camino hubo retrocesos, primero tuvimos que pasar por la poliarquía del partido único del siglo XX (Hitler y Stalin); ahora, a principios del siglo XXI, nos encontramos en otro cuello de botella consecuencia de esas poliarquías partitocráticas que rigen el juego en el multipartidismo (democracia formal).

Poco a poco en la sociedad, y en el seno de los partidos políticos, se irá abriendo paso la idea de que poliarquía y democracia son términos antagónicos y que dónde vive una es imposible que la otra se desarrolle.

La poliarquía es la utilización del mecanismo del voto para botar (excluir), se asienta en el paradigma de la mitad más uno. Una mitad más uno que, en cualquier órgano en el que participe, trata de excluir a la mitad menos uno. Consecuencia de ello siempre estaremos instalados en el conflicto.

La democracia es otra cosa, es el gobierno del pueblo, de todo el pueblo sin exclusión. Se basa en el convencimiento y no en la imposición de criterio de parte.

Pienso que en las organizaciones progresistas debería darse un paso en este sentido, avanzar decididamente hacia la democracia e irse alejando, poco a poco, de la poliarquía (bolchevique).

Mientras la izquierda no cambie de paradigma seguiremos estancados como hasta ahora. Si buscamos resultados distintos no sigamos haciendo siempre lo mismo, dejemos de relacionarnos entre nosotros como se relaciona la derecha; pues de ser así la ciudadanía no verá hecho diferencial entre la izquierda y la derecha y, como siempre suele ocurrir, entre el original y la copia siempre termina eligiéndose el original. Como ejemplo de esto sirva la siguiente frase extraída de un artículo del blog Alcorcón de Izquierdas: "El lema coreado en el 15-M ('PSOE y PP: la misma mierda es') podía parecer entonces radical, hoy se acerca a la opinión mayoritaria de los españoles". Estas son las consecuencias de la actual poliarquía partitocrática que practican las organizaciones políticas de derecha y de izquierda de este país.

Seamos por tanto consecuentes con los principios básicos de acuerdo integrativo (ganar-ganar), frente a la lógica desintegrativa (ganar-perder) de los proyectos asentados en lógicas individualistas y poliárquicas; así como ser -no lo olvidemos- coadyuvantes para conectar. Es obvio que no es fácil porque el desarrollismo ha inoculado el virus de la competencia, la desconfianza, el individualismo y el mercantilismo en la política. Pero la cooperación política tiene como principal requisito cambiar la forma de entender la política y las relaciones políticas, sobre la base de la confianza y la generosidad.

Lo dicho, el artículo de Enrique López Sánchez sobre primarias y participación ciudadana (http://goo.gl/kbQo5) es una buena aportación a este necesario debate. Mi enhorabuena a Enrique por ello.

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